La transmutación isobárica de las biromes

 Fuertes algoritmos y alguna que otra sinapsis onírica  hizo que, al vendedor de biromes, se le llenaran los bolsillos de preguntas. Con su laboriosa argumentación y su parsimonia logra que los oyentes se enfoquen en una sola cosa: la fe en las biromes. Nos promete que serán eternas infalibles y hasta piadosas, nos sumerge en teorías que no siguen lógica pero que nos fascinan. Estas descienden de una larga tradición de biromes, cada una de ellas profetizó algo que en su momento fue tendencia,  hoy solo son rumores.  El no tiene nada, solo sus biromes y un ideal genuino, ya que alguna vez él fue un cliente que las compro  continuando la  transmutación isobárica de las biromes, de creyente a vendedor.